La HStoria de Laura

MI HSTORIA es muy pequeñita y lo digo porque soy consciente de que comparada con otros pacientes soy afortunada.

No puedo concretar cuando empezaron a salirme. Recuerdo ser una adolescente con cierto grado de acné y granos que salían desperdigados por otras zonas, algo que yo consideraba parte de mi naturaleza. Como en mi caso no era una cosa muy exagerada, me limitaba a no decir nada y a esperar a que aquello evolucionara y se curara.

Según me fui haciendo más mayor salían algo más frecuentemente y un poco más grandes y alguna vez tuve que ir a mi doctora de cabecera para que me echara un cable con ellos. Me mandaba alguna cremita o me lo abría si así lo creía necesario y poco más.

Algunos han dolido mucho y más de una vez he ido cojita o no he podido sentarme, pero bueno, sé que hay gente mucho peor.

He visitado numerosos dermatólogos a lo largo de mi vida por otro problema que tengo en la piel, que me ha traído por la calle de la amargura desde los 17 años, y en alguna ocasión les he comentado lo que me pasaba con los granos sin que me hicieran mucho caso. Es más, ni siquiera me lo miraban. Evidentemente, yo seguía pensando que era parte de mi naturaleza.

Hace aproximadamente cuatro años estaba con Silvia Lobo, presidenta de ASENDHI, y se me ocurrió comentarle lo que me pasaba. Ella le puso nombre a mi enfermedad, me explicó cómo era, me recomendó a su dermatóloga y me orientó para llevarla de la mejor manera posible. A día de hoy aún me aconseja sobre lo que debo hacer cuando hay algún brote un poco más peleón. De nuevo, soy muy afortunada por contar con su amistad y su cariño.

En estos años desde que he sido diagnosticada he visto luchar a Silvia por todos nosotros como una campeona, muchas veces con mucho dolor físico y otras con mucha frustración por la ausencia de apoyo de los enfermos. Sólo desde la unión y la visibilidad tenemos la posibilidad de lograr que se nos preste más atención y se nos atienda mejor.

En definitiva, no nos escondamos porque no hay nada de lo que avergonzarse. Seamos fuertes y unámonos, por nosotros y por los que vienen detrás nuestro.