La HStoria de Julio

Sobre los 18 años, empecé con algún granito que otro, a lo que no daba importancia. Más tarde me salió uno, estaba al lado del ano en la zona derecha, hasta que empezó a doler y fui a urgencias al 12 de octubre. Allí me bajaron a los sótanos y abrieron y estuvieron apretando, salí muy dolorido pero esta vez a causa de la presión que ejercieron en la parte interna de salva sea la parte. Más adelante, me volvió a salir en el mismo sitio, pero como no me dolía, ahí sigue enquistado. Después otro en lo que llamamos la curcusilla, me dijeron que era un quiste pilonidal, me operaron y me dijeron que volviera a la semana para curarme. A los dos días, siendo ya insoportable el dolor, y gracias a mi mujer que notó que olía mal fuimos a urgencias, donde me hicieron sudar de lo lindo al apretar para que saliera la pus y me pusieron un drenaje (debido a que se me infectó la herida). Estuve con curas en el hospital un año entero, fines de semana y fiestas incluidos.
No acabó de curar, aunque ya se encargaba mi mujer de seguir limpiándome.
Después, empezaron a darme guerra en las ingles y el perineo, el médico de cabecera me derivó al cirujano, que cada 15 días me mandaba medicamentos de los que no me acuerdo de los nombres porque esperaba que me curasen los bultos.
La cosa iba a peor y coincidiendo con el cambio de cirujano, éste me derivó a cirugía plástica.
Una vez allí en el doce de octubre, conocí a la doctora María Ángeles Cabezón, a la que estoy muy agradecido no solo como cirujana, ni como lo buena persona que es, sino también porque dio nombre a mi enfermedad de la que ni los médicos de cabecera que he tenido conocían. Bueno me operó de las dos ingles, y al poco tiempo en la ingle derecha me volvió a abrir pues me salió otro debajo de donde había abierto dejándome esta vez la operación abierta, teniendo que curarme con drenaje.
Bueno, cuando volvió a darme guerra, el médico de cabecera al que ya le conté mi enfermedad, la había buscado en google, y estaba más o menos enterado de que iba la cosa.
Así que me pidió cita con la dermatóloga con la que sigo con diversos tratamientos que más o menos va funcionando, aunque ya sabemos que fastidian otras partes del cuerpo.
Esto claro está es un resumen, ya que en la vida todo esto son muchos años con dolores, sin poder andar a veces, en cama otras, manchando la ropa y sin poder ir a ningún lado la mayoría de las veces.
Gracias a la Dra. Cabezón y a google, conocí más la enfermedad, supe que había más gente con mi problema y que había una asociación ASENDHI, a la que tengo el gusto de pertenecer y en mis posibilidades apoyar.